Una casa en donde se refleja hasta el alma
Las características básicas del
diseño de su inmueble son las que imperaban a mediados del siglo XX en Madrid.
Pero bien vale destacar ciertos detalles: se trata de un piso espacioso, cómodo,
luminoso….eso sí, una distribución de espacios un tanto extraña, como
desproporcionada… Modas de la época…
No obstante, si bien me sentí en ambientes
espaciosos, no sé hasta qué punto son realmente así o Alfonso logra marearlo a
uno y aparenta vivir en un palacete: ha dispuesto espejos por todos lados y
ángulos; así varias habitaciones se ven más grandes de su verdadero tamaño…Y,
además, uno se ve reflejado una y otra vez; de tanto verte terminas viéndote
hasta por dentro y te da vergüenza no pintar una sonrisa en tu rostro
La luminosidad original se ve
aumentada por ventanas redondas abiertas por este atrevido cuasi arquitecto -su
carrera que no llegó a finalizar en la Universidad por razones muy vinculadas a
las luchas antifranquistas- quien abrió dichos orificios en una pared (¡muro de
carga!) por consensuada decisión fielmente consultada a sí mismo. Resulta
también peculiar haber horadado otra pared para meter una biblioteca, hecha con
sus propias manos y otro tanto pasa con varios detalles de la casa: objetos a
punto de ser tirados en algún sitio que
él convirtió en algo útil todavía hoy.
Seguir leyendo de Pablo Kaplún H (feb. 2020)
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